Christian Cueva
“...esta oportunidad no la voy a desaprovechar”
Toda historia tiene un inicio
que pocos conocen. Era marzo del 2008, nos propusimos luchar por el Bicampeonato
con la Universidad San Martín. Recuerdo que en un entrenamiento, el profesor
Orlando Lavalle me comenta sobre un jugador muy habilidoso que vio en
Huamachuco, pero que era muy pequeño y flaquito… “si juega bien la talla no
importa, tráelo mañana”, le dije.
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Videna - 2015 (fuente: Alianza Lima Noticias) |
Algunos días después lo fui a ver y le pedí a Lavalle que lo mande a entrenar con el primer equipo el martes siguiente… dos días después le dije que iba a jugar el partido de práctica. “Quiero que juegues con mucha confianza, como en tu barrio”… lo puse de volante por derecha, le indiqué que recorra la banda y que los “mayores” lo iban a apoyar. Se llenó de confianza, me miró y respondió: “esta oportunidad no la voy a desaprovechar”. Reuní a los “mayores” y les pedí todo su apoyo para que Christian juegue con soltura y que lo alienten si se equivocaba… Éramos un excelente grupo y ellos así lo hicieron.
En su pueblo llamaban “Kish” a Christian, mi asistente Johano
Bermúdez le decía “chavito”. Uno de
los utileros, el “cabezón” Mallqui, que también es trujillano decía: “profe,
la camiseta le queda grande a mi paisano”; le respondí que traiga una
de los sub-12.
Rápidamente su juego llamó la
atención de sus nuevos compañeros, Jhon Hinostroza lanzó: “profe, ese cholito juega como
m…”; el argentino Pepe Díaz quedó sorprendido: “Profe, ese enano la va a romper”
El “enano” sumaba para la
bolsa de minutos, que en ese año era para los nacidos en 1989… aunque él, nació
en 1991, tenía apenas 16 años. Debutó en Trujillo, su tierra, contra la
Universidad César Vallejo y lo hizo en buen nivel.
En el año de su debut hizo un
gol que nunca olvidaré… era octubre del 2008, fue en Huaraz ante Sport Ancash,
en una tarde de lluvia, anotó y corrió hacia mí para darnos un abrazo paternal,
gritando con los ojos llorosos: padre para ti! Para ti! El partido
quedó 1 a 0 a nuestro favor. Ese triunfo abrió el camino hacia el objetivo del
Bicampeonato.
Lo demás es historia conocida,
con goles, gambetas, paredes y otras fantasías. En mi paso como entrenador de la Universidad Cesar Vallejo, llegó de vacaciones a
Trujillo, yo estaba en casa y apareció con las camisetas de Unión Española para
mis hijos. Habló con mi esposa y nos dimos un abrazo de familia, con la
felicidad de ver a un jugador profesional como se lo pedí aquella mañana del
2008 en Santa Anita.
En esta Copa América,
Christian Cueva es la gran figura de Perú para todos los medios del extranjero.
Hasta el día de hoy, cada
cuanto se me acerca gente por donde voy y me repiten: “usted hizo debutar a mi paisano
Cuevita y salieron campeones”.
Quise compartir esta historia
no precisamente por este gran momento; sino porque pienso que Christian Alberto Cueva Bravo tiene aún
el techo muy alto; quien me dice que el almuerzo prometido a su vuelta pueda
ser con una medalla en el cuello.
Buen post profe. Un abrazo
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